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Estaba con Mike Oldfield, de repente, en un gran jardín, un inmenso parque de algo que venia a ser algo así como un internado. Una gran escuela, antigua, donde daba la impresión que los alumnos vivían. Recuerdo unas escaleras que llevaban al gran edificio inmensas y barrocas, parecidas a las que hay en el Parc de la Ciutadella.
Estaba realmente feliz de estar con Mike, pero la emoción ni me sobrepasaba ni me dejaba en ese típico estado de embriaguez sensitiva. Así que era genial, estaba sereno pero tremendamente feliz de poder compartir tiempo con él.
Íbamos dando una vuelta por el parque y hablamos de cosas que no recuerdo. El único tema que recuerdo haber hablado con él fue el de la música hoy en día, cómo la tecnología te permite hacer cosas de una manera mucho mas simple que antes. Por consecuencia el mérito no es tan grande, ya que el esfuerzo es menor. Le comenté la posibilidad de utilizar samplers, de repetir loops y no tener que tocar un fragmento durante muchos minutos. Le comenté que eso no tenía el mérito que podían tener obras como Incantations, tremendamente complicadas de tocar y muy largas. El asintió con la cabeza cuando le puse el ejemplo de Incantations.
Llegó un momento en que quizá se cansó de hablar / escucharme así que cuando estaba estirado en un banco de manera muy divertida y después de haberme acercado a por un par de pequeños helados de fresa de una bola me propuso dar una última vuelta encaminada hacia dentro del edificio, ya que tenia ganas de descansar. En realidad fue directo hacia el edificio así que no hubo tiempo para mucho más.
Cuando llegamos al aeropuerto me doy cuenta de que allí se esta filmando una especie de película (daba la sensación de ser una serie). Habían cámaras y los niños interpretaban papeles. Cuando nosotros subimos las escaleras para entrar en el edificio entrábamos dentro de las escenas de filmación. Una vez entramos, perdí a Mike de vista. Creo que se fue a su habitación.***