***Estoy en mi casa sentada en una mesa con mis dos compañeros de piso. Tengo una pistola con la que los estoy amenazado. De repente, comienzo a llorar y les pido disculpas porque en realidad no quiero amenazarlos y tampoco quiero hacerles daño. Y la verdad es que odio las pistolas. Simplemente no tengo suficiente dinero para pagar el alquiler o para vivir sola. De repente estoy en otro lugar en una playa muy bonita. Hay dos chicos guapos de cabellos y ojos negros. Uno tiene el cabello ondulado y más largo. El otro lo lleva corto y su cara es más cuadrada. Los dos son primos. Le doy un beso en la nuca al flaco de cabello largo. Camino en la playa tirando piedritas al mar. Estoy un poco triste porque cada vez estoy más lejos.***

*** Estoy montada en una montaña rusa, subiendo la cuesta más alta. Estoy muy asustada porque tengo la certeza de que no podré soportar la caída. Cuando llego a la cumbre y antes de bajar entramos a un túnel. Cierro los ojos y comienza el descenso. La sensación de vacío acompañado de dolor y vértigo me atraviesan el estómago. Me doy cuenta que es soportable. Que puedo sostenerlo ***

*** Estoy trabajando como cajera en un supermercado. La gente a la que estoy atendiendo comienza a ir en cámara rápida. Atiendo a personas por segundo, es muy estresante. De pronto la gente comienza a ir al revés, a la misma velocidad pero en sentido contrario. Me da mucha risa, despierto con una carcajada. ***

*** Recuerdo tu cara trastornada, sabía que venías de un proceso complicado, sabía que te costó volver a este sistema, ahí estabas con tu rostro desfigurado y comportándote como un niño llorón. Estábamos todos en la casa, celebrábamos tu llegada, éramos un circulo de hombres y mujeres vestidos de negro. En un momento perdiste el control y empezaste a golpear a los concurrentes, recuerdo un golpe en particular con un final iniciático. Recuerdo la sangre, el ojo moreteado, el confeti y tu ultra violencia.
Salí al patio delantero, ingresaba a otra capa, estaba solo, mis padres habían salido.
Me encontré con la gran madre, mi abuela con unos hilos me explicaba que vivir es ir anudando cada momento, veía como anudaba hilos en sus manos mientras nos columpiábamos.
Llegaron mis padres y mi hermano, también estaba yo de niño con ellos, recuerdo unos shorts rojos, yo abría el portón de la casa y era consciente de esos dos yo, niño y joven, yo como joven le decía al niño en modo de broma que lo visitaba mucho cuando era niño, el niño se asustó. Quisiste gritar mamá y te despertaste haciéndolo, corrí a tu pieza y me quise aferrar a lo que soñé, me contuviste y estuve aquí, aquí, aquí, aquí.***

***Estoy en Dakar, Senegal, en el techo de una casa. Hay un gran coche azul oscuro aparcado sobre el techo y yo estoy al lado de él, cuando empieza a caerse en mi dirección. Con la mano lo cogo para que no se caiga y con mucha fuerza logro reponerlo en sus ruedas. Después me muevo un poco y viene mi amiga Anta que normalmente tiene rastas rubias muy largas pero ahora tiene un nuevo corte semi-punk. Me dice que quiere crear una nueva identidad y la está expresando con el cabello. Me parece un poco rara y de a poco se transforma en otra persona. Me doy cuenta de que debe ser un djinn hostil (demonio). Quiero rezar con mi tasbih (o cruzbi en Wolof – es como un rosario con qué hago mis mantras y la meditación de La ilaha illa Allah). Pero el tasbih está en mi mano izquierda aunque quiero rezar con la derecha. Entonces con muchísimo esfuerzo (aunque no hay un obstaculo aparente) logro dar el cruzbi de una mano a la otra, empiezo a rezar y el djinn desaparece.***

*** Estoy en medio de una gráfica de datos, estilo pentagrama, cogiendo de un lado a otro cuerdas, juntándolas y soltándolas. Parecía una loca y eran de muchos colores.***

***También te puedo contar los miles de sueños comiendo mango: Cogiendo del árbol, subiendo al árbol y allí sentadita comiendo sin cuchillo, con cuchillo, mangos pequeñitos, mangos grandes y verdes con limón. Hahaha! Y luego saltar del árbol y sentir todo el power del mango.***

*** Estoy nadando bajo el mar. Siento que en cualquier momento tengo que volver a la superficie porque se me acabará el aire. De pronto diviso un caminito de corales que lleva a una ciudad submarina con pilares y arcos. Intento aguantar aún más la respiración para acercarme. De pronto no puedo aguantar más y siento que ya no alcanzaré más la superficie. Para mi sorpresa, me doy cuenta que soy capaz de respirar bajo el agua ***